De acuerdo a estudios realizados por la Secretaría del Trabajo de México, el 70% de las actividades laborales ya puedan entrar en la modalidad de Home Office.
No obstante, en el país azteca la aplicación del teletrabajo no ha sido aplicada de manera generalizada incluso con los peligros que conlleva el coronavirus. Si bien es evidente que existen ciertos empleos donde la condición presencial es indispensable, los mencionados estudios elaborados por la Secretaría del Trabajo refieren que 70% de las actividades laborales ya puedan entrar en la modalidad de teletrabajo.
La realidad actual es que 81% de los empleados no recibe el apoyo tecnológico de su empresa para trabajar fuera de la oficina, según una encuesta realizada por la empresa Avast, las organizaciones no cuentan con protocolos para esta modalidad de trabajo, lo cual limita su capacidad para responder a contingencias como la que supone el Covid-19.
Sólo 2 de cada 10 empresas están listas para implementar el teletrabajo, las principales razones radican en la falta de organización, capacitación e infraestructura virtual para coordinarse, incluso la falta de confianza en esta modalidad parte de los empleadores. Es por esto que a pesar de que los mexicanos cada vez cuentan con mayor adopción tecnológica e Internet, la falta de implementación, protocolos y confianza por parte de las empresas merma el potencial del teletrabajo.
El tiempo es un recurso escaso y es en ese sentido que el teletrabajo otorga autonomía a los empleados en su administración , aunado a la reducción en costos diarios de desplazamiento al espacio laboral.
En palabras de Gonzalo Rojon, integrante de The Competitive Intelligence Unit (The CIU): “No es una novedad que las empresas podrían obtener beneficios tangibles de esta modalidad. Por ejemplo, la reducción de costos indirectos puede ser significativa, asimismo, una correcta implementación y organización del teletrabajo conlleva aumentos en la productividad del capital humano (…) Una de las grandes lecciones que deja la crisis pandémica del COVID-19 es la importancia del teletrabajo. Esta es una buena oportunidad para que las empresas, el gobierno y todo agente productivo reconozcan su importancia en el proceso de generación de valor agregado”.
