Aunque la digitalización amenaza con desaparecer la atención face to face, la gestión off line goza de buena salud y recupera el valor del vínculo con el cliente y la asesoría basada en la experiencia.
Aunque es patente la abundancia de sitios web que inundan la oferta on line de viajes y pasajes, el cara a cara sigue siendo el factor determinante a la hora de pensar la comercialización del turismo y la respectiva atención al cliente.
“Si bien es cierto que hubo un boom de las on line y se decía que las agencias tradicionales iban a desaparecer, no sólo el sector no desapareció sino que se potenció. En los últimos 10 años creció un 20% en Argentina”, afirma la Asociación Cordobesa de Agencias de Viajes (Acav), que confirmó el crecimiento sostenido de su segmento en el mercado a lo largo de la presente década.
Sin embargo, cabe destacar, que la tendencia busca la mixtura entre lo analógico y digital, que permita un nuevo ecosistema integrado donde la presencia digital es prioritaria y determinante pero se nutre necesariamente del modelo analógico (off line) de las agencias basadas en la venta personalizada y en la gestión presencial y diferencial para con los clientes.
Por otro lado, las estadísticas de empleo en agencias de viaje refuerzan la tesis que reivindican el fortalecimiento del mecanismo presencial de atención: “Entre 2008 y 2018 hubo un crecimiento de más de un 30% en el empleo registrado de las agencias de viajes, que son uno de los grandes motores económicos del ámbito turístico. En cuanto a cantidad de empleos registrados en el ámbito privado de las agencias de viajes, en Argentina estos números superan los 23.500 trabajadores”, sostuvo Acav.
El cara a cara es, en definitiva, una instancia que ha recuperado un valor distintivo en una época en la que la hiperconectividad es la norma y los avances en el contexto tecnológico resultan, por momentos, avasallantes.
