Los jóvenes siguen siendo muy vulnerables en el mercado laboral. De hecho, tienen una tasa de desempleo global dos veces y media más alta que el promedio mundial (13.6% vs 5.4% en 2019) y tienen tres veces más probabilidades de estar desempleados que los adultos. (25 y más), según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Una situación que se acentúa en el norte de África. La OIT señala, en la versión 2020 de su informe “Tendencias mundiales en el empleo juvenil” que acaba de publicar, “variaciones considerables” de una región a otra en términos de tasa de desempleo jóvenes, con menos del 9% en América del Norte y África subsahariana y 30% en África del Norte.
A nivel mundial, la tasa de actividad de los jóvenes (15-24 años) continúa disminuyendo en todo el mundo, reconoce la OIT. De hecho, entre 1999 y 2019, el número total de jóvenes en el mercado laboral, tengan o no trabajo, disminuyó de 568 a 497 millones.
Y también es cierto que esta tendencia ilustra el creciente número de jóvenes en educación secundaria y superior. Sin embargo, es un matiz, este desarrollo también proporciona información sobre la gran cantidad de jóvenes NEET (que están fuera de la escuela y sin empleo ni capacitación), la gran mayoría de los cuales son mujeres jóvenes.
