La validez de la Telefonía IP

Los teléfonos IP resultan aún más económicos gracias a la función de hot-desking.

Si los teléfonos IP y la plataforma que se ha elegido en una empresa son interoperables, pueden configurarse remotamente los dispositivos mediante el autoaprovisionamiento. De este modo, los teléfonos de la oficina o del despacho en casa pueden ser puestos en funcionamiento directamente por el empleado en modo ‘plug & play’, mientras que las debidas actualizaciones se realizan desde la central. Con esto, se ahorra mucho tiempo y dinero.

Los teléfonos IP resultan aún más económicos gracias a la función de hot-desking. No importa en qué sucursal o local de la empresa se encuentre el trabajador, al conectarse a cualquier teléfono accede a todas las funciones y ajustes definidos para él. Lo mismo ocurre en la oficina doméstica: los trabajadores remotos acceden sin problemas a las libretas de direcciones compartidas, a la información sobre el estado de presencia de sus compañeros y a todas las funciones que caracterizan a los teléfonos de empresa (por ejemplo, DND, llamadas grupales y desvío automático de llamadas según criterios específicos) a través del teléfono IP, que se registra en la centralita telefónica mediante VPN.

Si el teléfono forma parte del sistema de interfonía, el empleado puede activar la barrera del aparcamiento desde casa, indicar al equipo de limpieza -solo pulsando un botón- qué habitaciones deben limpiarse, recibir alarmas y reaccionar en consecuencia. Son servicios que ilustran la contribución de los teléfonos IP a la eficiencia de la empresa. Asignar funcionalidades similares a través de un cliente de telefonía IP para smartphones es muy complicado.

Comunicación y productividad van de la mano, la experiencia de las fases más graves de la pandemia ha demostrado lo importante que es disponer de terminales de comunicación adecuados para mantener la productividad.

Una de las características más importantes de la última generación de teléfonos IP son sus mecanismos de seguridad integrados. Permiten que solo determinados dispositivos accedan a la centralita y viceversa, aleatorizan el puerto por el que se realizan las llamadas e incluyen mecanismos de cifrado para todo el tráfico de voz. En el caso de los fabricantes europeos, también se tienen en cuenta “por diseño” las directrices de protección de datos aplicables en la UE y en los respectivos países. Esto hace que a los ciberdelincuentes les resulte mucho más difícil grabar conversaciones a través de teléfonos IP que a través de smartphones o teléfonos internos convencionales.

Además, los principales fabricantes de dispositivos finales IP y accesorios, como Snom Technology, ofrecen periódicamente actualizaciones de firmware gratuitas que, por un lado, añaden características adicionales al equipamiento funcional de los teléfonos y, por otro, cierran posibles brechas de seguridad o exploits. Así, las empresas pueden estar seguras de que utilizan dispositivos de última generación en términos de seguridad.

En definitiva, hay innumerables razones que explican el imparable éxito de la comunicación digital. Pero el campo de juego ya no está dividido entre los que utilizan soluciones profesionales y dispositivos finales para ello y los que no. Ni entre los que adoptan pronto y los que dejan las cosas para más tarde. El juego del futuro en la telefonía IP se decide entre los que ven esta tecnología como una forma más de seguir haciendo las cosas establecidas y los que se benefician de ella utilizándola para replantear por completo sus procesos en la empresa.

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