4 mitos sobre el futuro del trabajo de cara a la Inteligencia Artificial

El exponencial crecimiento de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y la Automatización Robótica de Procesos (RPA) pueden moldear el futuro del trabajo con formidables resultados en términos de reducción de costos y de márgenes de error, aunque un conjunto de mitos acompañen dicho impulso.

4 mitos sobre el futuro del trabajo de cara a la Inteligencia Artificial
4 mitos sobre el futuro del trabajo de cara a la Inteligencia Artificial

Develando mitos estudios refrendan que la automatización y la Inteligencia Artificial, sin un tratamiento integral adecuado, están lejos de asegurar un crecimiento sostenido a largo plazo a falta de un enfoque estratégico más amplio.

Mckinsey  elaboró en 2018 un Sondeo Global entre ejecutivos que dio como resultado que más de la mitad (57%) de los encuestados estaba automatizando al menos uno de sus sectores o líneas de negocio.

Un año después, muchos ejecutivos están descubriendo que el retorno de esta inversión está lejos de lo que esperaban. ¿Qué sucedió? ¿Es responsabilidad exclusiva de la automatización?

Mitos sobre el futuro del trabajo

Uno de los problemas más críticos que enfrentan las organizaciones son los mitos que en torno al futuro del trabajo se vienen evidenciando. Entre los muchos fantasmas que perjudican constantemente la confianza de los trabajadores se pueden mencionar:

  1. La desigualdad crecerá con la Inteligencia Artificial 

Se espera una mayor especialización de los roles de trabajo en el futuro, que estarán más divididos en tareas realizadas por diferentes personas de acuerdo con los conjuntos de habilidades y competencias requeridas.

La Inteligencia Artificial resultará muy útil para identificar a aquellas personas con las habilidades y competencias apropiadas.

La disponibilidad de datos y los algoritmos adecuados, lejos de profundizar la desigualdad,  contribuirán a las organizaciones a visualizar el talento potencial, muchas veces oculto a los ojos de los gerentes, tomando decisiones más justas y basadas en datos.

  1. Se reducirá la inclusión laboral en el futuro

Las empresas están viendo que no pueden encontrar el talento necesario para lidiar con todas estas nuevas tecnologías emergentes. Además, la velocidad del cambio vuelve imposible capacitar a toda la fuerza laboral en habilidades que muy pronto pasarán a ser obsoletas.

Por lo tanto, los líderes de las empresas están diseñando estrategias que les permitan anticipar los cambios antes de percibir el impacto. En la era de los productos y servicios “personalizados”, están recurriendo a todo el potencial humano, tanto dentro como fuera de las organizaciones.

De esta forma, apuestan a una diversidad global, que brota de diferentes contextos culturales, sociales, religiosos, incorporando las discapacidades y procurando ponerse al día con las habilidades necesarias de un modo creativo.

  1. Las empresas prescindirán de la incorporación de talento nuevo

Al contrario de lo que contempla el mito, las compañías que no puedan incorporar nuevo talento, difícilmente podrán adaptarse. Ante la dificultad que esto supone, las empresas están revisando las reservas de habilidades dentro de sus organizaciones.

La empresas están constatando que los equipos intergeneracionales en los que se pueden combinar diferentes identidades están dando resultados más fructíferos. Es decir, personas que no sólo posean habilidades, sino que también cuenten con la capacidad de interpretar las necesidades, entender el contexto y proporcionar aportes valiosos para desarrollar respuestas creativas –y globales– a las expectativas de los clientes y consumidores.

  1. ¿Expertos o aprendizaje continuo?

A medida que las empresas se replantean la concepción del trabajo y desarrollan una estrategia a largo plazo destinada a crear valor, la evaluación de las habilidades y competencias se convierte en una prioridad, pero tratada de forma estratégica:

Es interesante señalar que el futuro requerirá de un importante conjunto de capacidades o “habilidades blandas” según un Informe del Foro Económico Mundial de 2018 sobre el futuro de los empleos.

El futuro del trabajo ya llegó. Lejos de ser alarmante, promete dejar a los robots las tareas repetitivas, liberando a las personas del trabajo rutinario para que tomen la iniciativa en la creación de valor.

Por supuesto, esto exige que las personas asuman el reto, para fomentar el apetito por el aprendizaje, la creatividad y el apasionamiento.

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