Una nueva herramienta de deepfake basada en audio busca a personalidades y creadores de contenido para que licencien el uso de sus voces y que cualquiera pueda usarlas.
La tecnología deepfake que ya nos ha traído a Tom Cruise jugando golf y a un clon de Donald Trump conduciendo un noticiero ficticio en YouTube sigue en desarrollo buscando nuevas fronteras de ejecución. Tras un primer impacto con el video, el audio parece ser el siguiente paso de perfeccionamiento, y una nueva plataforma ha anunciado que busca licenciar la voz de celebridades para que cualquiera pueda usarla.
Veritone ha sido la encargada de anunciar la creación de Marvel.ai, una plataforma basada en aiWare – el sistema operativo para inteligencia artificial – que permite a los creadores de contenido, celebridades y otras personas generar deepfakes de audio para poder licenciarlas.
La idea es poder usar tecnología que replique la manera de hablar de estas personas, y que sus voces puedan producir contenido monetizado sin tener que salir a grabar o pasar horas en sesiones. Esto se aplica a audiolibros, comerciales y todo tipo de formato.
El negocio de Veritone apunta a la confección de clips sintéticos que suenen como el original y que se amolde a todo tipo de discurso.
“Con un control total sobre su voz y su uso, cualquier persona influyente, personalidad o celebridad puede estar literalmente en varios lugares a la vez”, señaló la compañía en un comunicado. “Esto abriría la puerta a un nuevo nivel de escala que antes no era humanamente posible, permitiéndoles aumentar la cantidad de proyectos, patrocinios y patrocinios que pueden hacer en un año determinado”.
Para lograrlo, el sistema usa algoritmos de aprendizaje con los que busca “clonar” la voz basándose en muestras de audio. Con la incorporación de varias voces, Marvel.ai pretende convertirse en un mercado de voces en el que los clientes puedan contratar una voz licenciada para el texto que buscan replicar.
Sin embargo, el objetivo es buscar un punto medio en el que la voz pueda representar a una celebridad o persona, pero que la audiencia pueda notar que “no es la celebridad” la que está hablando. Además, el proceso incluye el respaldo de quien otorga su voz bajo licencia, por lo que cada audio cuenta con la aprobación del origen.
Fuente: https://rpp.pe
