La carrera por el dominio del nearshoring en América Latina está en su punto más álgido. Colombia y México, dos gigantes del sector de la externalización de procesos de negocio (BPO), afilan sus ventajas competitivas para atraer miles de millones de dólares en inversión. Analizamos los factores que podrían inclinar la balanza.
La reconfiguración de las cadenas de suministro globales y la creciente demanda de servicios tercerizados en mercados de habla inglesa y española han desatado un auténtico boom del BPO en América Latina. En esta competencia regional, Colombia y México se erigen como los contendientes más destacados, librando una batalla estratégica por convertirse en el epicentro de la inversión para 2026. Ambos países ofrecen un cóctel atractivo de talento cualificado, costos competitivos y proximidad a Estados Unidos, pero ¿cuál de los dos presenta el caso más sólido para liderar la próxima ola de crecimiento?
Mientras Colombia seduce con su talento bilingüe y un ecosistema tecnológico en rápida expansión, México capitaliza su monumental escala, su madurez industrial y el impulso imparable del nearshoring. La pregunta en la mente de los inversores no es si apostar por la región, sino dónde aterrizar sus operaciones para maximizar el retorno y la eficiencia.
Colombia: El imán del talento bilingüe y la especialización
El ascenso de Colombia como un hub de BPO ha sido meteórico. El país ha cultivado una reputación envidiable por la calidad de su capital humano, especialmente en el dominio del inglés, un diferenciador clave para atender al mercado norteamericano. Según cifras de la Asociación Colombiana de BPO (BPrO), el sector ya genera más de 750,000 empleos directos, demostrando ser un pilar de la economía nacional.
La estrategia colombiana no se basa solo en el volumen, sino en la especialización. Bogotá, Medellín y Cali se han consolidado como ciudades-clúster que ofrecen servicios de alto valor agregado, abarcando desde el soporte técnico y la atención al cliente hasta procesos más complejos de finanzas, contabilidad y desarrollo de software. Los incentivos gubernamentales y un ecosistema de startups tecnológicas vibrante complementan la oferta, atrayendo a gigantes globales que buscan no solo reducir costos, sino también encontrar innovación y agilidad. Proyecciones indican un crecimiento sostenido, apalancado en la calidad y la sofisticación de sus servicios.
México: El gigante del nearshoring y su poder de escala
México, por su parte, juega en una liga diferente en términos de escala. Su proximidad geográfica con Estados Unidos, compartiendo husos horarios y una extensa frontera, lo convierte en la opción natural para las empresas que buscan una integración perfecta con sus operaciones en Norteamérica. El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) proporciona un marco de estabilidad y certidumbre jurídica que los inversores valoran enormemente.
El mercado mexicano de BPO, que se proyecta superará los 16 mil millones de dólares en los próximos años, se beneficia de una vasta y diversa fuerza laboral. Ciudades como Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México son hogar de cientos de miles de profesionales con experiencia en manufactura, logística y servicios de TI. La madurez de su infraestructura industrial y tecnológica permite a las empresas escalar operaciones rápidamente, un factor decisivo para las grandes corporaciones. La tendencia del nearshoring, que busca acercar la producción y los servicios a los mercados finales, actúa como un poderoso viento de cola para la economía mexicana.
La batalla por el talento y la tecnología: Factores decisivos
La contienda para 2026 se definirá en dos frentes principales: el talento y la adopción tecnológica. Si bien México ofrece un mayor volumen de profesionales, Colombia ha demostrado una ventaja competitiva en la formación de perfiles bilingües y especializados. La capacidad de ambos países para seguir formando y reteniendo a sus trabajadores será crucial.
En el ámbito tecnológico, la automatización y la inteligencia artificial están transformando el sector. El país que logre integrar estas herramientas de manera más eficaz para mejorar la productividad y ofrecer servicios más inteligentes y personalizados ganará una ventaja significativa. La inversión en infraestructura digital y la ciberseguridad son, por tanto, áreas críticas que determinarán el atractivo a largo plazo.
Una carrera reñida con dos ganadores claros
Determinar un único líder para la inversión en BPO en 2026 entre Colombia y México es complejo, ya que ambos presentan propuestas de valor distintas y complementarias. México probablemente continuará atrayendo la mayor parte de la inversión ligada a la manufactura y a operaciones de gran escala gracias al nearshoring. Sin embargo, Colombia está posicionada para liderar en segmentos de mayor valor agregado que demandan un talento más especializado y bilingüe.
Más que una competencia de suma cero, es probable que veamos una consolidación de la región como un todo. Las empresas podrían adoptar estrategias diversificadas, estableciendo operaciones en ambos países para aprovechar sus fortalezas únicas. La verdadera victoria será para América Latina, que se consolida como la solución lógica y estratégica para las necesidades de externalización del mundo post-pandemia. La inversión llegará, la pregunta para las empresas será cómo distribuirla inteligentemente entre estos dos titanes.
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