El Desafío de la Última Milla y el Rol Crítico de los Contact Centers en la Compleja Logística del Ecommerce en Ciudades de LATAM.

El Paquete Está ‘en Ruta’, ¿Pero Llegará?

En el vibrante y acelerado mundo del ecommerce, el clic en “Comprar” es solo el comienzo. La verdadera batalla para la satisfacción del cliente y la rentabilidad del negocio no se libra en la página web, sino en el asfalto. Hablamos de la última milla: el tramo final y más costoso del viaje de un paquete, desde el centro de distribución local hasta la puerta del cliente.

Si esta etapa ya es compleja en Europa o Norteamérica, en las megaciudades de América Latina (LATAM) —con su tráfico denso, direcciones informales y desafíos de seguridad— es un laberinto operativo.

En este escenario caótico, la tecnología de rastreo y los algoritmos de ruta son insuficientes. Ha surgido un héroe inesperado que actúa como la torre de control central para evitar el colapso: el Contact Center. Ya no es solo un servicio de post-venta; se ha convertido en el cerebro de la logística en tiempo real.

El Laberinto de LATAM: Más Allá de un Problema de Tráfico

Para entender por qué el Contact Center es vital, primero hay que entender los desafíos únicos de la última milla en ciudades como Ciudad de México, São Paulo, Bogotá o Lima. No se parecen en nada a entregar un paquete en Estocolmo.

Direcciones “Creativas”: En muchos barrios, las direcciones formales no existen o no se usan. Las entregas se guían por referencias: “Casa azul de dos pisos, frente a la panadería, a dos cuadras del parque”. Un GPS no puede interpretar esto.

Desafíos de Seguridad: Los conductores deben navegar por “zonas rojas” con altos índices de delincuencia, lo que requiere coordinación y, a veces, cambios de ruta de último minuto o entregas en puntos de encuentro seguros.

El Auge del “Pago Contra Entrega”: Una gran parte del ecommerce en LATAM todavía opera con “pago contra entrega” (Cash on Delivery). Esto convierte al repartidor en un cobrador, añadiendo complejidad si el cliente no tiene el monto exacto o si la terminal de pago falla.

Infraestructura Impredecible: Calles cerradas sin previo aviso, manifestaciones o el tráfico caótico habitual hacen que las ventanas de entrega estimadas por un algoritmo sean, en el mejor de los casos, una sugerencia.

El Contact Center como Torre de Control Logística

Aquí es donde el rol del agente de contact center se transforma. Dejan de ser un receptor pasivo de quejas (“¿Dónde está mi pedido?”) para convertirse en un coordinador logístico proactivo.

En la logística moderna de LATAM, el contact center es la única pieza capaz de gestionar la “excepción”, que en esta región es la norma.

Validación y Enriquecimiento de Direcciones: Antes de que el paquete salga del almacén, un sistema puede marcar una dirección como “dudosa”. El agente del contact center llama proactivamente al cliente: “Buenas tardes, notamos que su dirección dice ‘portón verde’. ¿Podría darnos una referencia adicional para asegurar que el conductor llegue sin problemas?”. Esto ahorra miles de dólares en intentos de entrega fallidos.

Gestión de Incidencias en Tiempo Real: El conductor (el agente de campo) es el primer eslabón, pero el contact center es el cerebro. El conductor informa: “Estoy en una zona sin cobertura de pago” o “La calle está cerrada por un mercado”. El agente de CC recibe la alerta, accede al sistema, contacta al cliente y negocia una solución: “¿Podría pagar por transferencia ahora mismo?” o “¿Podemos reprogramar para mañana por la mañana?”.

El Puente Humano con el Conductor: El agente no solo habla con el cliente; está en comunicación constante con el repartidor. Actúa como el copiloto estratégico, brindando apoyo, aprobando cambios de ruta o gestionando problemas de seguridad, permitiendo que el conductor se enfoque solo en conducir y entregar.

De un Centro de Costos a un Habilitador de Ingresos

Tradicionalmente, la última milla fallida es un costo hundido: el costo del combustible, el tiempo del conductor y el costo de almacenamiento del paquete devuelto. Cada llamada al contact center para validar una dirección o resolver un problema de pago antes de que se convierta en una “entrega fallida” protege directamente los ingresos.

Las empresas de ecommerce en LATAM que entienden esto están invirtiendo fuertemente en integrar sus Centros de Contacto con sus TMS (Sistemas de Gestión de Transporte) y sus GPS. El agente ya no solo ve el historial de compra del cliente; ve la ubicación exacta del conductor en un mapa en vivo.

El Hilo Humano que Cose la Logística

La tecnología de la última milla —drones, vehículos autónomos y algoritmos de IA— domina los titulares globales. Sin embargo, en la compleja realidad urbana de América Latina, la tecnología por sí sola fracasa.

El verdadero desafío de la última milla en LATAM no es tecnológico, es humano y de comunicación. El Contact Center ha evolucionado para ser el pegamento que une al cliente ansioso, al conductor estresado y a los sistemas logísticos imperfectos. En el complejo rompecabezas del ecommerce regional, el agente de servicio al cliente es, sin duda, la pieza crítica.

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