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DORA (Digital Operational Resilience Act): La ‘bomba de tiempo’ regulatoria que afectará a todo BPO que toque al sector bancario.

Se acaba el tiempo: La Unión Europea impone un ultimátum de resiliencia digital que trasciende fronteras y pone en jaque a los proveedores de servicios en Latinoamérica.

El reloj está corriendo y muchos en la industria del Business Process Outsourcing (BPO) aún no han escuchado la alarma. Mientras la atención global se centraba en la Inteligencia Artificial, la Unión Europea estaba terminando de armar una pieza legislativa crítica: el Reglamento sobre la Resiliencia Operativa Digital (DORA). A diferencia de normativas anteriores centradas solo en la protección de datos (como el GDPR), DORA no busca solo proteger la información, sino asegurar que las finanzas globales no colapsen ante un ciberataque o fallo técnico. ¿El problema? Los bancos no están solos en esto; sus proveedores externos (los BPOs) son corresponsables directos.

1. El cambio de paradigma: De la “Seguridad” a la “Resiliencia”

Históricamente, los contratos entre bancos y BPOs se centraban en acuerdos de nivel de servicio (SLAs) relacionados con la eficiencia y la confidencialidad. DORA cambia las reglas del juego al introducir el concepto de Resiliencia Operativa Digital.

Ya no es suficiente con tener un firewall potente o un antivirus actualizado. La pregunta que DORA obliga a responder es: “Si tu sistema colapsa hoy, ¿qué tan rápido puedes volver a operar sin afectar al cliente bancario?”. Para un Contact Center que gestiona fraudes o soporte técnico para una entidad financiera europea (o con sede en Europa), esto significa que debe demostrar capacidad de recuperación ante desastres en tiempos récord. La normativa asume que los ataques ocurrirán; lo que castiga es la incapacidad de resistirlos y recuperarse.

2. El “Efecto Dominó”: Por qué un BPO en LATAM está en la mira

Uno de los aspectos más “explosivos” de DORA es su alcance extraterritorial de facto a través de la cadena de suministro. La ley clasifica a ciertos proveedores tecnológicos y de servicios como Proveedores Terceros Críticos de TIC (CTPPs).

Si un banco español, francés o alemán contrata a un BPO en Colombia, México o Perú para gestionar procesos críticos, ese BPO queda automáticamente bajo el microscopio de los reguladores europeos.

Responsabilidad compartida: Los bancos ya no pueden simplemente “lavarse las manos” y culpar al proveedor si hay una brecha.

Auditoría directa: Los reguladores europeos tendrán la potestad de auditar directamente a los proveedores críticos, incluso si están fuera de la UE, para verificar su cumplimiento.

3. Pruebas de Estrés y Reportes Unificados: El fin de la opacidad

La “bomba de tiempo” también se refiere a la carga administrativa y técnica que se avecina. DORA exige un régimen riguroso de pruebas de penetración basadas en amenazas (TLPT).

Los BPOs deberán someterse a simulacros de ciberataques éticos avanzados para probar sus defensas. Además, se estandariza el reporte de incidentes graves. Ya no se podrá ocultar una caída del sistema o un hackeo menor; si afecta la integridad del servicio bancario, debe reportarse con plazos estrictos y formatos armonizados. Esto obligará a los departamentos de IT de los BPOs a elevar su madurez operativa al nivel de las instituciones financieras a las que sirven.

4. El riesgo contractual: La “Estrategia de Salida” obligatoria

Quizás el punto más delicado para los equipos comerciales de los BPOs es la exigencia de una Estrategia de Salida. DORA obliga a las entidades financieras a tener un plan claro para rescindir contratos con proveedores de TIC si estos no cumplen con los estándares de resiliencia, y a poder migrar los datos a otro proveedor sin interrupciones.

Esto significa que los contratos serán mucho más volátiles. Si un BPO falla en una auditoría de resiliencia, el banco estará legalmente presionado para cortar la relación comercial de inmediato para no enfrentar multas que pueden llegar al 1% de su volumen de negocio medio diario mundial. La lealtad del cliente dependerá ahora, más que nunca, de la robustez tecnológica.

Adáptate o Desaparece del Mapa Financiero

DORA entra en plena aplicación en enero de 2025. Para la industria BPO, esto no es una simple actualización de compliance; es un filtro de mercado. Aquellas empresas que inviertan ahora en infraestructura redundante, planes de recuperación de desastres (DRP) probados y ciberseguridad avanzada, se posicionarán como socios premium en el sector bancario. Las que ignoren esta “bomba de tiempo”, se encontrarán pronto fuera de las licitaciones más lucrativas del mercado. La resiliencia es la nueva moneda de cambio.

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