El CEO que duró un año en Apple: la jugada maestra de Steve Jobs
Apple es una de las empresas más exitosas y admiradas del mundo, pero también ha tenido sus momentos difíciles. Uno de ellos fue a mediados de los años 90, cuando la compañía estaba al borde de la quiebra y necesitaba un líder que la salvara. Ese líder fue Gil Amelio, un ejecutivo experimentado que fue contratado por el propio Steve Jobs, pero que terminó siendo despedido por él en una astuta maniobra. ¿Qué pasó entre ellos? ¿Cómo logró Jobs recuperar el control de Apple y convertirla en lo que es hoy? Te lo contamos en este artículo.
Gil Amelio, el salvador de Apple
Gil Amelio era un ingeniero y empresario que había trabajado en varias compañías tecnológicas, como Fairchild Semiconductor, National Semiconductor o Rockwell International. En 1996, fue nombrado CEO de Apple, con el apoyo de Steve Jobs, que había sido expulsado de la empresa en 1985 y que había fundado otra compañía llamada NeXT.
Amelio llegó a Apple con la misión de reestructurar la empresa, reducir los costes, mejorar la calidad de los productos y recuperar la rentabilidad. Para ello, tomó varias medidas, como despedir a miles de empleados, cancelar proyectos fallidos, simplificar la oferta de productos y negociar acuerdos con Microsoft e Intel.
Además, Amelio tuvo la visión de comprar NeXT por 400 millones de dólares, lo que supuso el regreso de Steve Jobs a Apple como asesor. Amelio pensó que Jobs podría aportar su creatividad y su carisma a la empresa, y que podría trabajar con él en armonía. Sin embargo, se equivocó.
Steve Jobs, el conspirador de Apple
Steve Jobs aceptó volver a Apple, pero no tenía intención de ser un simple asesor. Su objetivo era recuperar el poder y el control de la empresa que él había fundado. Para ello, empezó a conspirar contra Amelio, aprovechando su influencia y su popularidad entre los empleados, los clientes, los medios y los inversores.
Jobs criticaba las decisiones de Amelio, lo desautorizaba en público, lo ridiculizaba en privado y lo socavaba en secreto. También se alió con otros directivos y accionistas que estaban descontentos con el rumbo de la empresa, y les convenció de que él era el único capaz de salvar a Apple. Así, organizó un auténtico “golpe de estado” para destituir a Amelio y ocupar su lugar.
El final de Amelio, el inicio de Jobs