El hombre que pudo ser el más rico del mundo y prefirió vivir con 800 dólares al mes
¿Te imaginas tener la oportunidad de ser el dueño de una de las empresas más exitosas y valiosas del mundo y rechazarla? Eso es lo que le pasó a Ronald Wayne, el cofundador de Apple que vendió su participación en la compañía por solo 800 dólares y que hoy podría tener una fortuna de 250.000 millones de dólares. En este artículo te contamos la increíble historia de este hombre que decidió alejarse del mundo de la tecnología y vivir una vida sencilla y tranquila.
¿Quién es Ronald Wayne y cómo se involucró en Apple?
Ronald Wayne es un ingeniero y empresario estadounidense que nació en 1934. En 1976, trabajaba en Atari, una empresa de videojuegos, donde conoció a Steve Jobs, un joven visionario que tenía un proyecto para crear una computadora personal. Jobs le propuso a Wayne que se uniera a él y a su amigo Steve Wozniak para fundar una nueva empresa llamada Apple Computer.
Wayne aceptó la oferta y se convirtió en el tercer socio de Apple, con un 10% de las acciones. Su papel era el de ser el adulto responsable del grupo, ya que tenía más experiencia y conocimientos que los otros dos. Wayne se encargó de diseñar el primer logotipo de Apple, de redactar el contrato de sociedad y de mediar en las posibles disputas entre Jobs y Wozniak.
¿Por qué Ronald Wayne vendió su parte de Apple y qué hizo después?
Sin embargo, la aventura de Wayne en Apple duró muy poco. Apenas 12 días después de firmar el contrato, Wayne decidió vender su parte de la empresa por solo 800 dólares. ¿La razón? Wayne tenía miedo de asumir los riesgos financieros que implicaba el proyecto, ya que había fracasado en varios negocios anteriores y tenía deudas que pagar. Además, no compartía la visión ni la personalidad de Jobs, que le parecía demasiado ambicioso y arrogante.
Wayne se arrepintió de su decisión y volvió a comprar su parte de Apple, pero solo por unos días. Luego la vendió de nuevo, esta vez por 1.500 dólares, y renunció definitivamente a cualquier derecho sobre la compañía. Wayne siguió trabajando en Atari hasta 1978, y luego se dedicó a otros proyectos, como escribir libros, coleccionar monedas o diseñar máquinas tragamonedas.
Wayne nunca se interesó por el éxito de Apple ni por el dinero que podría haber ganado si hubiera mantenido su participación. Según él, no se arrepiente de su decisión y está contento con la vida que lleva. Actualmente, Wayne vive en un pequeño pueblo de Nevada, con una pensión de 950 dólares al mes y sin ningún lujo. En una entrevista, dijo: “Sería inmensamente rico, el más rico del cementerio. No me interesa”.
¿Qué lecciones podemos aprender de la historia de Ronald Wayne?