Cómo Francia revolucionó el acceso al coche eléctrico con el “leasing social”
Francia ha lanzado un programa pionero para facilitar el acceso al coche eléctrico a las personas con bajos ingresos. El programa, llamado “leasing social”, consiste en ofrecer vehículos eléctricos en alquiler a precios muy asequibles, con la opción de comprarlos al final del contrato. El objetivo es reducir la contaminación, fomentar la movilidad sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, el programa ha sido tan exitoso que se ha quedado sin fondos y ha tenido que cerrar temporalmente. ¿Qué ha pasado y qué lecciones se pueden extraer de esta experiencia?
¿En qué consiste el “leasing social” y por qué es tan innovador?
El “leasing social” es una modalidad de alquiler de coches eléctricos que se dirige a las personas que tienen dificultades para acceder a un vehículo propio, ya sea por falta de recursos, por no tener carné de conducir o por vivir en zonas aisladas. El programa ofrece coches eléctricos de segunda mano, procedentes de flotas de empresas o administraciones públicas, a precios muy bajos: entre 50 y 100 euros al mes, según el modelo y la duración del contrato. Además, el programa incluye el seguro, el mantenimiento y la recarga de la batería. Los beneficiarios pueden elegir entre contratos de 12, 24 o 36 meses, con la posibilidad de comprar el coche al final del periodo por un precio simbólico.
El programa es muy innovador porque combina varios beneficios sociales y ambientales. Por un lado, permite a las personas con bajos ingresos acceder a un medio de transporte limpio, eficiente y económico, que les facilita la movilidad, la inserción laboral y la autonomía personal. Por otro lado, contribuye a reducir la contaminación atmosférica y las emisiones de gases de efecto invernadero, al promover el uso del coche eléctrico y el reciclaje de vehículos usados. Además, el programa genera empleo local, ya que implica a empresas y asociaciones sociales que se encargan de la gestión, el mantenimiento y la recarga de los coches.
¿Por qué el programa ha sido un éxito y qué problemas ha encontrado?
El programa se lanzó en octubre de 2023, con una dotación inicial de 10 millones de euros, procedentes del Fondo de Transición Ecológica y Social del gobierno francés. El programa estaba previsto que durara hasta diciembre de 2024, y que beneficiara a unas 5.000 personas. Sin embargo, la demanda ha superado con creces la oferta, y el programa ha agotado sus fondos en solo cuatro meses, habiendo entregado más de 3.000 coches eléctricos. El éxito del programa se explica por varios factores:
La crisis económica y social provocada por la pandemia de COVID-19, que ha aumentado la precariedad y la vulnerabilidad de muchos hogares, y que ha hecho más necesario el acceso a un medio de transporte seguro y asequible.
La concienciación ecológica de la población, que cada vez valora más los beneficios del coche eléctrico y la movilidad sostenible.
La escasez de oferta de coches eléctricos en el mercado, debido a la alta demanda y a los problemas de suministro de las baterías.
La facilidad y la flexibilidad del programa, que se adapta a las necesidades y preferencias de los usuarios.
El principal problema que ha encontrado el programa es la falta de financiación suficiente para atender a toda la demanda. El gobierno francés ha anunciado que reabrirá el programa en abril de 2024, con una dotación adicional de 20 millones de euros, y que ampliará el número de vehículos disponibles. Sin embargo, también ha reconocido que el programa no puede ser una solución permanente, sino una medida transitoria, y que es necesario impulsar otras políticas para favorecer el acceso al coche eléctrico, como la creación de infraestructuras de recarga, la reducción de impuestos, la ampliación de las ayudas a la compra o el desarrollo de modelos de economía circular.