La matriz de Eisenhower: ¿una herramienta de productividad o una ilusión?
La matriz de Eisenhower es una de las grandes tendencias en productividad. Se trata de una herramienta que permite clasificar las tareas según su importancia y urgencia, y así decidir qué hacer, qué programar, qué delegar y qué eliminar. Sin embargo, ¿es tan útil como parece? En este artículo te mostramos las limitaciones y los inconvenientes de la matriz de Eisenhower, y te proponemos algunas alternativas más efectivas.
¿Qué es la matriz de Eisenhower y cómo funciona?
La matriz de Eisenhower se basa en el principio de que no todas las tareas tienen el mismo valor ni el mismo plazo. Por eso, propone dividir las tareas en cuatro cuadrantes, según dos criterios: la importancia y la urgencia. La importancia se refiere al impacto que tiene la tarea en el logro de los objetivos, y la urgencia se refiere al tiempo que queda para realizarla. Así, los cuatro cuadrantes son:
Importante y urgente: son las tareas que hay que hacer de inmediato, porque son cruciales para el éxito y tienen una fecha límite cercana. Por ejemplo, una emergencia, una crisis o un proyecto con plazo inminente.
Importante y no urgente: son las tareas que hay que hacer personalmente, pero que se pueden planificar con antelación, porque son relevantes para el éxito pero no tienen una fecha límite inmediata. Por ejemplo, una planificación, una formación o una mejora de procesos.
No importante y urgente: son las tareas que se pueden delegar en otras personas, porque no son esenciales para el éxito pero requieren una respuesta rápida. Por ejemplo, una llamada, un correo o una reunión.
No importante y no urgente: son las tareas que se pueden eliminar o reducir al mínimo, porque no aportan valor ni tienen una fecha límite. Por ejemplo, una distracción, una interrupción o una actividad de ocio.
La idea es que, al aplicar la matriz de Eisenhower, se pueda priorizar lo que realmente importa, y evitar perder el tiempo y la energía en lo que no.
¿Qué problemas tiene la matriz de Eisenhower y cómo solucionarlos?
Aunque la matriz de Eisenhower puede parecer una herramienta sencilla y práctica, lo cierto es que tiene varios problemas que pueden afectar a la productividad y al bienestar de las personas. Algunos de estos problemas son:
La dificultad para definir la importancia y la urgencia de las tareas, que puede depender de factores subjetivos, contextuales o cambiantes. Por ejemplo, una tarea puede ser importante para una persona pero no para otra, o puede ser urgente en un momento pero no en otro.